"La bodega de Lo Abarca, en el Valle de San Antonio, nace de la convicción de la enóloga María Luz Marín por plantar viñedos allí, a cuatro kilómetros del mar, algo entonces considerado una locura. Hoy Casa Marín no solo es de las bodegas fundamentales de la viticultura de clima frío en Chile, también es de las que ofrecen vinos con más carácter. Sus viñedos –plantados en laderas, desafiando las brisas del mar– abastecen principalmente dos líneas. Casa Marín es la original, la de vinos de mayor ambición. Allí están sus famosos sauvignon blanc, pero también pinot noir y syrah de gran jerarquía, que pasan hasta cuatro años en botella antes de salir al mercado. Bajo ella está la línea Cartagena, con vinos más abordables, aunque igualmente de gran carácter. De elaborar los vinos se encargan la fundadora de la bodega y su hijo, el enólogo Felipe Marín, también al mando de la viticultura."

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